Enduro con sabor a Tierra y Mar

Como ya comenté al final de mi anterior entrada (Enduréame, Vol. 3), antes que realizar una visita a Polonia deberíamos hacer una visita a la Costa del Sol. Así que lo prometido es deuda.

Nuestro amigo Ricardo "Elián" nos preparó una ruta endurera al lado de su casa, en Benalmádena, Málaga. Desde Córdoba, nos tocó madrugar para llegar a su castillo en torno a las 9 de la mañana. 
Foto: Alberto "Albertini"
Ricardo y su familia nos recibieron con la hospitalidad de la que suelen hacer gala. Y cuando digo "su familia" me refiero a todos, incluyendo a los dos "mini leones" que tienen por mascotas. Dos Chow Chow que tenián el pelo más cardado que todos los componentes del grupo "Boney M" juntos! Así que nos sentamos al lado de la piscina para desayunar mientras esperamos a que estemos todos reunidos para iniciar la ruta. 
Bicis en parrilla antes de comenzar una ruta de enduro exigente
Seguidamente nos ponemos en marcha y ésto empieza como debe ser: gran "patada en el pecho" y todo cuesta arriba y con pronunciada pendiente. Nos dirigimos hacia el monte del Calamorro, perteneciente a la Sierra de Mijas, dejando de lado el sendero que sube a la Cañada del Lobo. Teniendo en cuenta que el perfil de la ruta es bastante exigente, física y técnicamente, y que hay que realizar tres subidas para poder hacer tres descensos, la ascensión principal la haremos por pista asfaltada y de gravilla hasta que ésta acabe convirtiéndose en una pista de tierra original.

Conforme ganamos altura, las vistas sobre Benalmádena y el Mar Mediterráneo son más espectaculares y, a su vez, el cielo se vuelve más amenazante.
El "Páter", quien a sus sesenta añitos es un claro ejemplo de que la edad y la juventud no tienen por qué estar reñidas
Iniciamos el primer descenso, muy técnico, que precisa de toda nuestra atención y habilidad. Las rocas, además de grandes, estaban totalmente ancladas al terreno y te miraban fijamente a los ojos, de manera que cualquier mínimo error podría acarrear una caída muy seria. Yo, en mi caso, no andaba nada fino y no me encontraba a gusto con esta primera bajada, pero salvé el tipo. 

Una vez reunidos, iniciamos la segunda ascensión por la misma pista, pero para subir más alto aún... Y empieza a llover, aunque suavemente y por poco tiempo. Llegamos a uno de los collados del Calamorro donde nos adentramos en un sendero que nos llevará al segundo descenso del día. Esta bajada consta de dos partes. La primera es un sendero bastante rápido y cubierto de arena y roca suelta que complicaba el buen manejo de la bicicleta. 
Las vistas de la costa eran espectaculares, pero no podíamos perder la concentración en el sendero mientras descendíamos
Justo al final de esta primera parte, llegando a una pequeña ermita, Álvaro "El Páter" no se percata de que hay un pequeño cortado de medio metro que puede ser esquivado. No reacciona a tiempo para poder saltar, y se da el gran batacazo contra el suelo totalmente plano, saboreando la tierra. Yo iba justo detrás de él, y por un momento pensé que se podía haber hecho mucho daño en el hombro o la clavícula. Afortunadamente, sólo se le rompió el casco. "Hala! Ya tengo excusa para comprarme un casco nuevo!" dijo esbozando media sonrisa mientras preguntaba si alguien tenía un analgésico para el dolor de cabeza. La verdad es que, entre la cabeza del López y el suelo, el casco tenía todas las de perder. Se nota que es un chicarrón del norte.
Como suele ocurrir en las películas de Clint Eastwood, Mr López es "Duro de pelar"

Tras la accidentada parada, continuamos la segunda parte del descenso por un sendero ligeramente empinado y en zig-zag hasta llegar a una urbanización.

 Tenemos que cruzar una alambrada y, claro, como Álvaro protagonizó el susto del día y yo no podía ser menos, me encargué de protagonizar la caída tonta del día al engancharse mi manillar con la alambrada, y cayendo torpemente y de costado contra el suelo de hormigón. El impacto fue tal que me quedé sin respiración durante unos segundos. Para poder recuperarla, emitía una especie de gruñido-rugido como si se tratara del Increible Hulk cuando éste empieza a enfadarse: "UUUUURRRRGGGG, UUUURRRRGGGG!!!" Como estaba al lado de unas viviendas, los perros empezaron a ladrar alterados por mis "lamentos", y a ésto que salieron unos vecinos al balcón algo preocupados. "Estás bien?", me pregunta uno de ellos. "Sí... UUURRRGGG! No es nada... UUURRRGGG! Una caída tonta!...UUURRRGGG!" Una vez recuperado del impacto, llegamos al parking que hay al lado de dicha urbanización para hacer un breve descanso y reponer fuerzas a base de bocadillos y cerveza antes de afrontar la tercera y más larga subida.
Momento "Kit-Kat" para reponer fuerzas
Reanudamos la marcha con mis costillas muy doloridas, y en mitad de la subida... vuelve a llover. Llegamos al mismo collado y sendero de la vez anterior para luego enlazar otro sendero que sube más alto dirigiéndonos al inicio de la última bajada.

Este último descenso, además de ser el más largo, es mucho mejor. Más completo, más bonito (sobre todo en la parte del bosque), y más divertido. Me recordó mucho a un descenso que hicimos por la sierra de Líjar, Algodonales (Cádiz) y que ya comenté en la entrada dedicada al Repaso del Año 2013.
Albertini grabando con su GoPro mientras persigue a Ricardo
Miguelón, quien a pesar de no poder venir con su Santa Cruz Nomad, demostró que con las "hard tail" también se puede hacer enduro del duro

Esta bajada sí la disfruté mucho, me encontraba más a gusto y recuperé algo del "flow" perdido durante gran parte de la ruta (más vale tarde que nunca).

Una vez acabado el descenso, nos encontramos debajo de la carretera A-368 mientras tomamos un breve descanso comentando nuestras impresiones sobre esta última bajada para después volver a casa de Ricardo, guardar las bicis en el garaje, cambiarnos de ropa e irnos al restaurante para recuperarnos del todo.

Éso sí, el chapuzón  modo "Naked On" del Páter es ya todo un clásico y sería imperdonable que, habiendo una piscina de por medio, no lo hiciera
No coment

Como no podía ser de otra forma, cuando se está en la costa hay que degustar los productos del mar. Así que dimos buena cuenta del pulpo a La Gallega y del "pescaíto" frito, entre otras delicatessen, acompañados de una buenas pintas de cerveza Alhambra. Sabor a mar...
Sabor mediterráneo

Es tanto lo que la provincia de Málaga nos ofrece para disfrutar del MTB que ya tenemos apalabrado con Ricardo una nueva ruta en un breve plazo. Mientras tanto, voy a buscar un poco de salsa barbacoa para mis maltrechas costillas, a ver si se me calma el dolor...

Ah! Lo olvidaba! Dentro vídeo!


Comentarios

  1. El cortado del pater, lo cate yo de buen gusto jajajajaja

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  2. Espectacular! Es como estar con vosotros allí! Envidia sana!
    PS: y no hubiera sido mejor arrancar con la subida más dura al inicio? Me da que sois un poco masocas... XD

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    1. Éso mejor se lo preguntas al "Ríchal" que tiene verdadero espíritu de "cebrón". Aún así, mereció la pena

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