KDD Noble por las Tierras Altas Subbéticas


Hace cosa casi de dos meses, después de una de nuestras salidas vespertinas de entre semana, mientras nos tomábamos unas cañas en el Campero, a Rafa "El Noble" se le ocurre que para octubre podríamos hacer una escapada por sus nobles tierras. Tiempo atrás, se comentó en más de una ocasión que ya tocaba volver a hacer la ruta de Zuheros con su archiconocido descenso por el Río Bailón. Éramos unos pocos quienes, allí sentados, decidíamos y discutíamos qué fecha podría ser la más idónea, en función de la disponibilidad del anfitrión, mientras íbamos ya por la enésima ronda de cerveza y su correspondiente tapita.

Modo visión nocturna en el Campero
Teniendo en cuenta que, por aquella fecha, los días seguían siendo muy calurosos y el campo estaba más seco que la mojama, se propuso orientar la cita para la segunda quincena de Octubre, a ver si refrescaba y llovía un poquito.

En principio, se fijó la fecha para el sábado 26 de Octubre pero,lamentablemente, a causa de diversos factores como coincidencias y/o cercanía de otros eventos ciclistas, leve lesión del Noble, el mal tiempo y la poca asistencia del personal (sólo había ocho inconscientes apuntados a la lista), se decidió posponer la quedada prácticamente un mes después. Exactamente para el día 23 de Noviembre. Justo una semana después de la gran ruta de Aracena.

Ni qué decir que, tras este cambio de fechas, la participación del personal se disparó hasta cuadruplicar el número de alistados.Tal vez, por lo bien que nos lo pasamos la semana anterior en la ruta de Huelva o, quizás, porque había muchas ganas de hacer este recorrido. El caso es que se organizó todo para que así fuera. 

RUMBO A LAS "HIGHLANDS SOVIÉTICAS"

El día de antes quedo con Francis para irme con él en su coche.Una vez ubicado todo dentro del mismo, ponemos rumbo directo a Zagrilla Alta, el punto de partida y llegada de la ruta del día.Tras una hora de trayecto, música y charloteo (sí, esta vez no me quedé "sopa" a pesar de lo poco que dormí la noche anterior), llegamos a Zagrilla. Justo al entrar en el pueblo, nos topamos con el Clan de los López acompañados por el Ratón del Muriano, quien esboza una malévola sonrisa nada más verme. Con razón me "pitaban" los oídos (me dije a mí mismo). Sacamos las bicis del coche, nos cambiamos de ropaje, saludo al personal comenzando por el Conde-Duque de Albayate, a los Barones del Club Albayatemanía, a los colegas agachalomeros y, de repente, exclamo: "Mierda! No! No puede ser! Cagüen...!" Por primera vez en toda mi vida como biker me dejo el casco en casa. Y, encima, en una ruta como ésta, donde las bajadas no se deben hacer sin casco, ni en sueños! - "No te preocupes, Raúl. Que igual vas a tener suerte y tengo el casco rosa con lunares blancos de mi niña en el coche", me replica el Noble entre risas. Así que, mientras se va en busca del casco, decido que hoy, siendo el día de la KDD Noble, soy un "pijo-blandengue" y me tomo una buena tostada con jamón, tomate y aceite de las Sierras Subbéticas, y su café con leche al estilo George Clooney (What else?)


















Conforme voy acabando mi inmerecido "Luxury Breakfast", Don Rafaé me trae un casco... ni rosa, ni con lunares, ni de niña. Un señorial casco Flux del zorro endurero! Sí señor! Me recogen en la puerta de mi casa con un Honda, desayuno "Like a Sir" y, encima, me dan un casco pijo! Pues sí que empiezo mal la mañana!

Bueno. Dejemos de hablar tanto de mi inmerecido inicio matutino, y vayamos al lío. Salimos de Zagrilla más de una treintena de bikers aguerridos con ganas de pasar otro gran día de mtb. El día comienza bastante fresco, lo que nos hace temer que arriba, en el Navazuelo (nuestro primer reto), hará bastante rasca. Realizamos la aproximación al puerto por un tramo de camino-pista  que bordea en su mayor parte la carretera de Cabra. Salimos a dicha carretera y, una vez agrupados todos en "La Zamora" Petrol Station, iniciamos la ascensión del primer puerto del día. Es una pista de tierra firme y serpenteante, de unos 7,2 km de ascensión continua. La primera mitad de la subida tiene una pendiente nada despreciable. Se hace durilla al principio hasta que uno consigue encontrar su ritmo. Esta primera parte discurre toda por el típico olivar andaluz de la zona. De hecho, el aceite de oliva de toda la área de la Subbética es de una calidad superior (por si alguien lo desconocía). En este inicio, la Agüela (el Vasco) y yo subimos juntos. Le digo que vamos por la cuarta curva de herradura. -"Ah! Pero es que las cuentas"? -"Sí (le replico). Son exactamente 21. Como en el Alpe D'huez". Lo cual era falso. El puerto tiene un total de 15 curvas de 180º. Le mentí para que, así, no se le ocurriera meterme el "hachazo" a falta de tres o cuatro curvas (si es que tengo un coco...). A la mitad del puerto, se nos une Animal, y yo flaqueo un poco perdiendo unos cuantos metros de distancia con respecto a "La Extraña Pareja". El paisaje va cambiando, sustituyéndose el olivar por el encinar. Aquí, la pendiente se suaviza, y yo consigo unirme nuevamente al "Dúo Dinámico" para coronar juntos mientras podía verse a nuestras espaldas Sierra Nevada a la perfección.



Una vez llegados los primeros a una altitud de poco más de mil metros, nos ponemos todos juntitos y al sol, en "modo pingüino" como bien diría Dimitri Kalderov, para perder la menor cantidad de calor posible mientras esperamos al resto del personal. Y es que nuestras sospechas de que arriba iba a hacer bastante frío se confirmaron (maldito viento siberiano).

The New Penguin Cafe Orchestra
Los últimos en llegar tardaban más de lo habitual. Por lo visto, Pablete estaba pasándolo bastante mal casi desde el principio del puerto. Por lo tanto algunos de los que estábamos allí decidimos esperar unos metros más adelante, en la fuente del Cortijo del Navazuelo. Allí soplaba algo menos de viento.


Por fin reunidos todos, nos hacemos la foto familiar y proseguimos la marcha rumbo al Río Bailón, pasando por el poljé de La Nava, una extensa llanura kárstica desde la cual nace y discurre dicho río.  Allí tocó esperar otro buen rato a causa de un pinchazo de Alfonsito. El paraje era lo más similar a las llanuras de Isengard limitando con el Bosque de Fangorn, de El Señor de los Anillos.

Poljé de La Nava
Al fin, reiniciamos la marcha para llegar al comienzo de la bajada por un tramo de sendero estrecho, bien oculto por túneles de encinas y arbustos, y plagado de rocalla caliza y húmeda que parecía jabón por el poco agarre que ofrecía. Había que hilar fino para no talegar. Y si no, que se lo pregunten a Elian, que tuvo un pequeño altercado entre su pie y una de las rocas de la zona.


Superado este primer tramo del descenso, continuamos con el segundo, mucho más rápido y abierto, con mejor grip, pero con alternancia de curvas cerradas  y escalones de roca natural. Una gozada. Aquí, Dimitri sufre la embestida de una "mala bestia" que no hace prisioneros. Menos mal que antes de bajar, la "víctima" estuvo inhalando el gas de la risa y se lo tomó a bien.

Justo al atravesar el lecho del río (completamente seco), nos encontramos con un nutrido grupo de senderistas quienes, sorprendidos/as, no entendían cómo éramos capaces de bajar por allí con las bicicletas. -"Porque se nos hace tarde y tenemos mucha hambre", le respondo a una de ellas mientras intento convencerla con una sonrisa, y poniendo pie a tierra, de que no tengo intención alguna de tirarla por el barranco.

Tras un tramo de suave y ratonero sube y baja, afrontamos el último tercio del descenso con unas espectaculares vistas del pueblo de Zuheros, bajo un precipicio por el que se discurría a través de un sendero rocoso y zigzagueante

Espectacular vista de Zuheros
Justo a la entrada del pueblo, los primeros en llegar esperamos al resto del grupo mientras recuperamos fuerzas a base de bocata y barritas de müsli. Y falta que nos hacía, puesto que ahora tocaba subir un puerto de carretera con una pendiente media del 10% que nos llevaba en dirección a la Cueva de los Murciélagos, famoso e importante enclave turístico de la localidad.

A lo largo de esta ascensión, de unos 4km hasta el Cerro de los Murciélagos, me encuentro bastante mejor y tiro del grupo yendo en solitario durante un buen trayecto. Una vez llegados y reagrupados en lo alto del cerro, continuamos por un largo tramo rompepiernas para encarar finalmente la última bajada hasta Zagrilla Alta. La comida nos estaba esperando.

La primera parte de esta bajada era muy divertida y exigía toda nuestra concentración. Una senda estrecha, rodeada de retamas y otros arbustos, repleta de continuos obstáculos rocosos, curvas muy cerradas y algún que otro escaloncillo. Al final de ese tramo, nos detenemos para esperar al resto, ya que se habían quedado rezagados antes de comenzar dicha bajada.


La segunda parte de ésta era totalmente distinta. Una pista más o menos ancha, repleta de grava y piedras pequeñas, que bajaba muy rápida entre olivos. No era de mi agrado, porque en ese tipo de caminos sí que es fácil caerse y hacerse bastante daño a causa de la velocidad y el mal agarre. Decido aflojar y llegar entero para disfrutar de la pitanza. Platazo hipercalórico y colesterólico típico del lugar y regado con buena cerveza. Y así fue. Llegamos al Bar Paco, soltamos las burras y nos disponemos a disfrutar de una buena y tardía comida juntos y en familia, mientras comentamos los mejores momentos de la jornada.


La anécdota de el momento banquete la protagonizó Perico, cuyo estómago es un pozo sin fondo. Le sirven su plato de los últimos y su cara era un poema. El Páter pide repetir unas morcillitas y algunos choricitos, a lo que luego le sigue una contienda entre Animal y Perico para ver quién se hacía con la mayor parte del botín. Me recordaron un poco a esas escenas entre Bud Spencer y Terence Hill en la que ambos se enfrentaban por la comida en "Le Llamaban Trinidad"

Por cierto. Francis nos brindó unas buenas fotografías y editó un muy buen vídeo que fueron publicados tres días después en la revista online Iberobike en la cual se hace una breve presentación del Club MTB Agacha el Lomo. 

Muchas gracias a Rafa por el recorrido y por organizar la comida, y por la compañía de su club, Albayatemanía. Unos cracks. Otro gran día entre amigos, con una gran ruta y grandes momentos para el recuerdo. Se puede pedir más? Bueno, sí. De hecho, una vez cada uno en sus respectivas casas, las peticiones de aceite de oliva de Priego hicieron que el Whatsapp del Noble echara humo durante varios días.

Resto de fotos, aquí, en la KDD Noble Galery

* Fotografía: McRaul FiftyFive, Francis Jiménez y Ricardo Elian
* Vídeos: Dimitri y Francis Jiménez 







Comentarios

  1. Muy buena crónica!!! Lo que me he reído con lo del rifirrafe entre Perico y Animal jajaja.

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