La Pinilla Bike Park Weekend 2015 - Vol.2

Tras el primer e intenso día de entrenamientos y de tramos cronometrados, más el descenso nocturno del sábado 24, tocaba afrontar el último día del BPW 2015.


A primera hora de la mañana, desde las 9:00h, comenzaban a funcionar los remontes para que los participantes, de acuerdo al horario de salida de cada uno, encarasen la prueba cronometrada del TC3 (Circuito Holy Bike, variante C).

Un corredor me saluda segundos antes de iniciar su prueba en el TC3 mientras subo en el telesilla

La característica más peculiar de este tramo es que, además de la gran cantidad de pasarelas de madera que posee, te sorprende con una sección cuesta arriba en mitad del recorrido cuya pendiente se va haciendo cada vez más pronunciada. No es que fuera una pared terrible, pero resultaba muy difícil el poder rodar sobre el terreno ya que, a pesar de tener mucho polvo, las ruedas se agarraban a éste como una lapa.

Los corredores se van aproximando a la salida del TC3 mientras esperan su turno

Justo en esa parte del recorrido, conseguí doblar a un corredor y recuperar la posición que perdí varios metros más atrás con otro que me había doblado (la cuesta se les atragantó sobremanera), logrando llegar a meta antes que él. Luego podréis comprobarlo en el vídeo que he editado al final de la entrada.


Finalmente, el broche de oro para este gran evento lo pondría el descenso en formato Avalancha. Es decir, casi 500 corredores/as bajando al mismo tiempo desde el punto más alto del bike park, pasando por el TC1, hasta la meta. 

Poco a poco van llegando los y las riders para ocupar su plaza en la parrilla de salida de la Avalancha

Aquí, el orden de salida lo determina el tiempo global compuesto por la suma de los tiempos conseguidos en cada tramo cronometrado por cada rider.


La salida, como era de esperar, fue una auténtica locura. Nada más recorrer los primeros metros, comencé a recordar aquellas películas del Far West en donde los cowboys disparaban al aire mientras provocaban la estampida de aquellas inmensas manadas de vacas y bueyes, provocando el caos y levantando una densa e impenetrable cortina de polvo. Yo mismo me sentía como un búfalo, procurando no tocarme con ninguno de mis rivales para evitar tirarlos (y evitar que me tiren a mí, claro) y esquivando a otros que estaban por los suelos. Las caídas formaban parte inevitable del juego.

Aquí llegan algunas de las féminas, listas para "atacar" en la última prueba del día

Afortunadamente, pude acabar la Avalancha sin tener ninguna caída ni avería mecánica. De hecho, me tomé todas las pruebas con bastante calma. No me encontraba cómodo bajando en ningún tramo, por lo que me limité a bajar lo mejor posible sin tener que sufrir ninguna incidencia o cualquier otro percance en forma de avería o pinchazo. Objetivo conseguido.

No se me ve muy estresado, verdad?

He disfrutado mucho de la experiencia. La última vez que viví algo igual fue exactamente hace 10 años, en este mismo bike park. El evento se llamaba La Pinilla Freeride Fun Festival (FFF). Y en aquel tiempo, participé con una Kona Cinder Cone (cuadro rígido de rally). Creo haberlo comentado en aquella entrada... ENDURÉAME, Vol.2 - Lo que importa es el biker.

Por cierto, que el ganador de la Maxi Avalanche de aquel año 2005 fue José A. Díez Arriola, precisamente el mismo corredor que volvió a ganar la de este año. Casualidad?




*Ver más fotos en el Álbum Bike Park Weekend - Part 2

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